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domingo, 29 de marzo de 2015

Agua de mar potable, un poderoso adaptógeno natural, económico y al alcance de toda la humanidad

LUNES, 23 DE MARZO DE 2015


Publicaciones en Revistas

Agua de mar potable, un poderoso adaptógeno natural, económico y al alcance de toda la humanidad

Por José Luis Garagatti Oliveira*
“El agua de mar cura todas las enfermedades del hombre”.
                                                                                                                                                                            -Eurípides.
El bien más preciado para el ser humano es sin lugar a dudas, su propia salud; cuando enfermamos, la vida no solo no se disfruta sino a veces se torna insufrible.
El agua de mar (ADM) se puede beber, con tan solo tomar en cuenta ciertos criterios básicos para asegurarse que no esté sucia con los desechos orgánicos e industriales que suelen verterse a los océanos. Basta con filtrarla un poco y dejarla en reposo por unos cuantos días en oscuridad. Luego por decantación, se pueda beber casi todo el volumen recolectado. En la web se puede encontrar abundante información sobre cómo, cuándo y de qué zonas del mar recogerla para el propio consumo.
¿Qué propiedades del ADM me aseguran su inocuidad y potabilidad? La salinidad (36 por mil), su pH (8.4) y la biocenosis llevada a cabo por el plancton y el resto de los organismos filtradores, que literalmente limpian y purifican sus aguas. La salinidad del ADM es cuatro veces superior a la de nuestro plasma sanguíneo que es aproximadamente 9 g de sales por litro; debido a ello, la mayoría de los patógenos adaptados a nuestra concentración salina, al amarizar, por el fenómeno de la ósmosis, pierden gran parte del agua interna hasta prácticamente momificarse o deshidratarse tanto, que son anuladas, aletargadas o muertas, pasando a ser parte de la cadena trófica de los organismos marinos. El nivel del pH es un grado superior al plasma humano (7.4 aprox.) es decir que el ADM es diez veces más alcalino o que es lo mismo decir, diez veces menos ácido, un grado en la escala logarítmica del pH equivale a una potencia de diez. La biocenosis del plancton es otra de las propiedades de esta “sopa marina” que la hace potable, puesto que filtran y metabolizan casi toda la suciedad que le arrojamos. Sólo aquellas sustancias No biodegradables se conservan por buen tiempo ensuciando sus aguas y la gran mayoría de ellas, o se depositan en el fondo marino o suelen flotar y ser devueltas a las playas, los mares se limpian, prácticamente solos.
Una vez convencidos de que el ADM se puede beber sin miedo a intoxicarse con restos radiactivos u otras sustancias perjudiciales para la salud, de todas maneras, ¿por qué deberíamos beberla?
El ADM una vez filtrada, constituye una solución que contiene casi la totalidad de los elementos de la tabla periódica, en la calidad que nuestras células puedan asimilarlas y usarlas como material para todos sus procesos metabólicos de reparación biológica (genéticamente controladas). El cuerpo humano, así como las de todo ser viviente, tienen programas biológicos de reparación y curación propios y lo único que debemos cuidar es de proveerles los materiales con los que sintetizarán nuevas membranas biológicas, proteínas y todo producto que se requiera para restaurar el buen funcionamiento de los órganos y del cuerpo completo. Para una muy buena recarga hidroelectrolítica, un reequilibrio funcional enzimático y una muy buena regeneración celular, debemos consumir ADM. Es, en buena cuenta, un poderoso adaptógeno que potencia la vitalidad del organismo que la consume.
El ADM se ha probado que es diurética, antiinflamatoria y antiséptica y un excelente complemento nutritivo. Clínicamente el ADM se ha usado como insumo principal para curar todo tipo de enfermedades, alergias, infecciones, lupus, diabetes, cataratas, degeneración macular, glaucomas, hígado graso, cirrosis hepáticas, todo tipo de cánceres, patologías ginecológicas, etc., etc., etc.
Les animo a investigar por su cuenta en la web, les anticipo que se sorprenderán muy gratamente.  En estas cortas líneas quise presentarles tan solo una pequeña parte del iceberg de información que existe a disposición de todos los interesados y si requieren mayor asesoría, con gusto les puedo servir.
*Tesista en Biología-Biotecnología y asesor en Biología Médica Cristiana
Vicepresidente de la Asociación Peruana de Promotores de Agua de Mar y Dispensarios Marinos

Agua de Mar: La Medicina de los Pobres


SÁBADO, 28 DE MARZO DE 2015


Agua de Mar: La Medicina de los Pobres


Javier Alejandro Ramos PERIODISTA


La pregunta es: ¿ha tomado alguna vez usted agua de mar, que no sea en una oportunidad que en la playa una ola lo revolcara unos metros, y la ingiriera accidentalmente? Si piensa que es malo para su organismo, está en un craso error.
Es la medicina natural más potente que existe, en las dosis adecuadas; es gratis, al menos aún en nuestro país, y en varias naciones ya la embotellan y distribuyen a lugares que no tienen costa, como la panacea para curar muchas enfermedades.
Hasta 1980, en Francia, el agua de mar era recetada por la seguridad social. Ya desde las épocas de la Primera Guerra Mundial, el biólogo galo René Quinton había probado sus beneficios para la salud humana, y en El Cairo, tras una mortal plaga que diezmó la ciudad y causó escasez de medicinas, se utilizó como bebida rehidratante y hasta como plasma para las transfusiones sanguíneas.
En los últimos 30 años, los grandes laboratorios farmacéuticos han intentado que esta solución para la salud sea minimizada y hasta satanizada. En las naciones desarrolladas han relegado al agua de mar a la función de regadío de plantas (con éxito, debido a las sales y minerales que contiene), y es común ver también ahora en algunos distritos capitalinos a cisternas recogiéndola para regar los parques. Los campos de golf tienen la lozanía que muestran gracias al agua de mar.
Es un complemento ideal para la dieta. Mezclada una tercera parte con otras dos de agua potable, un poco de stevia (edulcorante natural), y añadiéndole jugo de limón o naranja, es una bebida refrescante y curativa. Reduce el abdomen, desecha las jaquecas, desinflama músculos y tendones afectados por la artritis y la gota, equilibra la presión arterial y limpia el colon.
En España, hay barcos que la obtienen mar adentro, más pura aún, y es embotellada para venderse. Si uno la recoge en la costa, solo debe esperar una noche a que a oscuras mueran los zooplancton, filtrarla y está lista para tomar.
Un reciente congreso realizado en nuestro país, con asistencia de destacados estudiosos y científicos de distintas nacionalidades (entre ellos el español Adrián Cabrera y la argentina Graciela Sandoval), concluyó que dado que el agua de mar contiene toda la tabla de elementos químicos necesarios para el organismo humano, es la solución mundial para la desnutrición, así como para curar diversas patologías.
Uno de los impulsores de su uso en el Perú, el físico y docente universitario Walter Pérez Terrel, junto con el biólogo tesista José Luis Garagatti, de la Universidad Agraria, vienen proponiendo que el Congreso apruebe una ley para que el agua de mar sea reconocida como medicina natural, y se obtenga y envase con todos los requisitos sanitarios. Hay un referente en Nicaragua, donde esto ya es ley, y hasta en Colombia, donde se usa para la cocina y también para la elaboración de bebidas como la cerveza.

Fuente: http://www.elperuano.com.pe/edicion/noticia-agua-mar-medicina-los-pobres-27796.aspx